miércoles, 7 de junio de 2017

Camino de Santiago en bicicleta desde LEON - Segunda etapa - Comenzamos el camino



Salimos de León a las 8:00 y nos tomamos unos cafés cerca de la catedral de León. La salida de León ya me había comentado Alvaro que era algo liada, y tenían razón, pocas indicaciones y sin un solo carril bici, menos mal que lleva el gps.

Al comenzar la ruta coincidimos en el camino con unos 6 bicigrinos italianos que casi toda la etapa nos íbamos adelantando según las paradas que realizáramos.
A las afueras de León nos encontramos con un repecho donde al lado izquierdo habían algunas casas enterradas bajo tierra, nos llamó la atención ya que el nombre de esta zona de casas la llamaban la Tierra Media.

El tramo desde León hasta Hospital de Orbigo se nos hace algo pesado por las rectas inacabables del camino, sin ningún paisaje interesante al no haber vegetación alguna.
Una vez en el pueblo de Hospital de Orbigo nos detuvimos en el puente donde cuenta la historia:
En la Edad Media existía un pequeño poblado en la orilla izquierda del río Órbigo que se había ido formando alrededor de la iglesia de Santa María. Se llama Puente del Órbigo. A finales del siglo XVI se organizó otro poblado junto al antiguo hospital de peregrinos, en la orilla derecha del río. El hospital había sido fundado por la orden de Caballeros de San Juan de Jerusalén. Este poblado tomó el nombre de Hospital de Órbigo.
Hospital de Órbigo fue testigo y protagonista a lo largo de la historia de algunos hechos importantes: allí se libró una batalla en el año 456 entre los partidarios de Teodorico y los de Requiario. Se cree que Almanzor pasó por esta localidad y atravesó el viejo puente cuando transportaba las campanas requisadas en Santiago de Compostela, de camino hacia Córdoba. En el siglo XIX, los habitantes de Hospital destruyeron los dos extremos del puente para impedir el paso a las tropas de Napoleón.
Este pueblo tiene gran tradición en productos agrarios. En el año 1890 don Francisco y don Pedro Blanco de Sierra Pambley fundaron la Escuela de Ampliación de Instrucción Primaria y de Agricultura. Gran parte de los habitantes trabajan en fábricas de piensos y leche. El sector de servicios está progresando así como el sector de turismo.

Nos hicimos unas fotos y conocimos a dos ciclistas de Extremadura y comentamos el camino que íbamos a tomar. En ese momento nos encontramos a una persona del pueblo quien nos aconseja que fuéramos por Villares de Orbigo ya que se encontraban en fiestas de las verduras y además a los peregrinos les invitaban a desayunar. Pues dicho y hecho, tomamos rumbo a Villares de Orbigo. En la entrada del pueblo varias personas se encontraban deteniendo a los peregrinos y bicigrinos e informando que le siguiéramos a su asociación camino de santiago Villares de Orbigo donde nos invitarían a desayunar. Mientras desayunábamos intercambiábamos conversaciones con diversas personas del pueblo y otros compañeros de viaje. Una vez saciado nuestra sed y hambre, nos sellan las credenciales y tomamos rumbo hasta Astorga, pasando por Santibáñez de la Valdeiglesia y San Justo de la Vega. Antes de llegar a San justo de la Vega nos paramos a hacernos unas fotos en el Crucero de Santo Toribio con el fondo del pueblo y a lo lejos Astorga.
Proseguimos el viaje camino a Astorga, en la entrada del pueblo nos encontramos con las vías de Tren y la única forma de cruzarlo era subiendo por unas pasarelas en zigzag. Mas adelante nos encontramos con la primera subidita del día hasta llegar al Palacio Episcopal de Gaudí y cerca se encontraría la Catedral Santa María de Astorga, en la Catedral paramos a sellar las credenciales.

Salimos de Astorga camino del Rabanal del Camino. Llegamos a Rabanal del Camino tomamos un respiro, nos comimos unas piezas de fruta y un refresco que compramos en una tienda y que casualidad que los propietarios habían vivido mucho tiempo en San Juan de Alicante, muy buen trato. Seguimos ascendiendo el puerto de Foncebadón hasta llegar a la cima de la Cruz de Ferro. Al llegar a la Cruz, al igual que los demás peregrinos dejamos nuestras piedras, que en mi caso estaban escritos los nombres de mis hijos por mis hijos.

Empezamos a descender atravesando Manjarin donde intentamos buscar alojamiento y fue imposible y nos recomendaron ir al siguiente pueblo, El Acebo, lugar donde pasaríamos la noche. Menos mal que había sitio ya que desde allí hasta Ponferrada nos encontraríamos todo completo ya que era el Mundial de Ciclismo

Nos alojábamos en el Albergue El Acebo, lo recomendamos por comodidad y por el trato que dan a los peregrinos. Las bicicletas se dejan en una habitación cerrada y vigilada. Una vez guardadas las bicis,, asearnos y posteriormente lavar la ropa sudada, decimos entrar a descansar y estirar los pies. En el albergue tiene un complejo aparte donde contenían muchos sofás y las paredes eran de cristales, desde mi chaise longue que elegí estirar los pies contemple una de las mas hermosas puestas de sol que había visto en mi vida. Empieza a sonar las tripas y decidimos ir a cenar. La cena fue un regalo, macarrones de primero y ternera en salsa de segundo, más que comer devoramos los platos, nosotros siempre con vino. Cenar y dormir porque ya no teníamos más energía y al día siguiente había que continuar. En la habitación nos toco con una pareja de jóvenes ingleses.


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